domingo, 6 de noviembre de 2016

Dongle dilemma provokes Apple price cut

Dongle spaghetti

It’s an acknowledgement that Apple’s pro users aren’t exactly thrilled with the latest offering from the company considered to offer the gold standard in laptops.

The bigger issue here, and one that was expertly discussed in a Medium post by technology journalist Owen Williams, is what many see as a muddle at the heart of Apple’s newest products.

For a company that rightly prides itself on creating products that “just work”, it’s literally descended into something of a tangled mess.

Apple has, Mr Williams argued, created computers that lack a core selling point. For pro users, the types that use their Macs for graphic design and video editing, the new range only serves to take away functionality existing Macbooks provide.
Image copyright Apple
Image caption A cable to connect the iPhone to the new Macbook

If you’re not a pro user, that’s fine. But along with Apple’s announcement of new hardware came the news that the prices were going up. Dramatically so, if you’re living in Brexit Britain. (Though Apple certainly isn’t alone there. Marmite, anyone?)

Those factors combined mean the dongle issue, one Apple might have got away with in the past, has caused added frustration to the faithful who had been waiting for a serious Macbook upgrade for some time.

Dongles get lost, forgotten and broken. They’re an added source of vulnerability when it comes to things accidentally being pulled out when uploading some data, corrupting the lot.

The Macbook future, at least for a short while, is a rag-tag spaghetti junction of dongles strewn across a desk or stuffed into a bag. In offices around the world, inboxes will fill with passive aggressive requests for “whoever took my iPhone dongle” to “please put it back where you found it, no questions asked”.

And when something doesn’t work, you’ll now need to ascertain: is it the device that’s broken? Or the cable? Or the port? Or the dongle?
Competitors moving in

But hold up. Apple has form here, and history mostly proves them right. Where Apple goes, others normally follow.

Earlier Macbook models already did away with ethernet ports and the CD/DVD drive - a move which seemed absurd at the time, but I’d argue Apple was ultimately exonerated. When was the last time you put a CD into your computer?

So in time, the accessories we use every day will become USB-C as standard, no question about that, and the dongles will no longer be needed.

But in the short term, Apple is left with a product that that no longer caters to either end of the market. Data suggests schools, parents and bosses are looking to Google’s cheaper Chromebooks, which this year began outselling MacBooks.

And if we’re looking at MacBooks as being as part of the bigger Apple planet, we’re left with a company that appears to be behind in many areas. Its iPhone is still king, but sales have been in decline.

Apple doesn’t have any virtual reality hardware. It doesn’t have any augmented reality hardware. Or a car - autonomous, electric or otherwise. In artificial intelligence, Apple's Siri is considered to be the least smart of the mainstream smart assistants, and unlike Google and Amazon, it can’t yet be found in a family-friendly home device.

Tim Cook appears to be throwing money at the problem(s). Spending on research and development has ballooned in the past three years, though Mr Cook is staying typically mum about what exactly the company is working on - only to tell worried investors that his company has the "strongest pipeline that we've ever had and we're really confident about the things in it”.

Only an idiot would write off Apple and its future. I don’t intend to be that idiot. Apple wasn’t the first to market with the smartphone, not even close, but it went on to define the industry and produce the most profitable piece of technology ever made. It could do that again and again in these new areas.

As the world’s richest company, it has time and resources on its side. But with that in mind, couldn’t it afford to pop a dongle or two in the box to make its present-day customers a little happier?

Font: http://www.bbc.com/news/technology-37880723http://www.bbc.com/news/technology-37880723

See also: http://cloudpc.website/2016/11/06/robots-now-have-their-own-internet/

sábado, 8 de octubre de 2016

Las once fuerzas que definirán la tecnología del futuro


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Una máquina puede aprender a responder como una persona a distintas...

Una máquina puede aprender a responder como una persona a distintas situaciones, y pueden superar a éstas en cuestiones como el razonamiento matemático. Un ejemplo conocido: en 2011, el ordenador Watson -de IBM- ganó a sus dos contrincantes en el programa televisivo 'Jeopardy!'.

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Elena Arrieta Madrid @elenaarrieta
Actualizado: 18/08/2016 00:12 horas

Es el año 2046. La realidad virtual, los asistentes personales, los chips subcutáneos y el carsharing han evolucionado y ahora son servicios comunes en la población.

El cofundador de la revista Wired, Kevin Kelly, imagina en el libro The inevitable cómo evolucionarán las diferentes tendencias tecnológicas a lo largo de los próximos treinta años, e identifica once grandes fuerzas que marcarán esa evolución.

1. Adaptación constante al cambio

Para el autor, estamos sólo al comienzo de la gran revolución tecnológica que está por llegar. "Las invenciones más fascinantes de todas aún no han sido inventadas", afirma.

Eso requiere reinventarse, mantenerse al día de las últimas innovaciones y mantener una mentalidad abierta a las disrupciones venideras. Nadie se quedará al margen de esta necesidad de adaptación constante, pues la creciente velocidad a la que se produce el cambio hace que todos -Millennials incluidos- nos quedemos rápidamente atrás.

2. Los objetos se vuelven inteligentes

"Resulta complicado algo con el poder de cambiar el mundo que tiene la barata, potente y ubicua inteligencia artificial", señala Kelly. "Las ventajas derivadas de añadir inteligencia a objetos inertes serán cientos de veces más disruptivas para nuestras vidas que las transformaciones resultado de la industrialización".

"No existe casi nada que no pueda resultar nuevo, diferente o más valioso infundiéndole inteligencia extra". Para Kelly, un emprendedor puede coger prácticamente cualquier producto, añadirle inteligencia [chips] y ofrecer un servicio novedoso a través de la nube. "No ha existido un tiempo con más oportunidades, menores barreras, mayores ratios riesgo/beneficio y mejores retornos que el actual. Este momento; este minuto".

No sólo eso. En opinión del cofundador de Wired, la inteligencia artificial actúa como un desencadenante de otras disrupciones: la sanidad del futuro, el coche autónomo, etcétera. ¿Se volverán los robots contra los hombres, como preconiza Stephen Hawking? Kelly no lo cree. Este periodista vaticina que, dentro de treinta años, existirán en el terreno de la inteligencia artificial dos o tres gigantes empresariales.

3. La información fluye en todas direcciones

En la primera era de la computación, ésta imitaba el mundo físico. Más adelante, Internet comenzó a adoptar rasgos propios. La información ya no se encontraba en carpetas, sino en páginas, y éstas se encontraban a través de buscadores. Ahora, estamos evolucionando hacia una era en la que las páginas y los buscadores pierden importancia, en favor de las corrientes y flujos de información.

A través de RSS, medios sociales, wikis, motores de recomendación, etcétera, la información fluye en múltiples direcciones, y se enriquece en el camino. Todo se vuelve más instantáneo, personalizado y accesible que nunca.

4. Más y más pantallas nos rodean

Gadgets y, próximamente, electrodomésticos, coches, termostatos o ropa incluirán sus propias pantallas. Esta realidad tiene un impacto en la capacidad de prestar atención de los usuarios. "La cultura de la pantalla es un constante flujo de datos, fragmentos de sonidos, cortes rápidos e ideas a medio cocer. Es una corriente de tuits, titulares, instagrams, frases sueltas y primeras impresiones", afirma Kelly.

Al mismo tiempo, la lectura, la escucha de música o el aprendizaje se vuelven actividades más sociales.

5. Poseer bienes ya no es tan importante

¿Para qué comprar bienes, si puedes acceder a ellos cuando quieras, y pagar sólo por su uso? Esta filosofía es la que está detrás de grandes tendencias como el cloud, y de otras más incipientes como el carsharing (BlaBlaCar) o el alquiler de apartamentos entre particulares (Airbnb). Y va a ir a más. Cada vez más, las empresas tratan de vender "servicios", no "productos". Venden intangibles como la inmediatez, la disponibilidad o la personalización. El Kindle de Amazon no es sólo un e-reader, sino un dispositivo que permite acceder a un amplio catálogo de libros descargables a través de la nube.

6. Cada vez compartimos más

Wikipedia es sólo un ejemplo del "colectivismo emergente". Kelly se pregunta por el futuro económico de una sociedad acostumbrada a consumir y compartir, sin pagar por ello. Pero centra el mensaje en la cara positiva de la moneda: gracias a la colaboración, el resultado final es mejor, más completo y accesible para toda la sociedad. También las empresas se pueden favorecer de la colaboración a través del crowdequity (inversión colectiva) o de distintas modalidades de innovación abierta (crowdsourcing, hackatones, concursos de ideas, etcétera).

7. A más información... más filtros

Kelly vaticina que, en los próximos años, emergerán nuevos tipos de filtros, que ayudarán a los usuarios a descubrir información, productos y servicios de su interés, y que les resulten de utilidad en ese preciso momento. La personalización será cada vez más inteligente, gracias a algoritmos cada vez más sofisticados.

8. Evolución basada en innovaciones pasadas

Decía el economista Paul Romer, de la Universidad de Nueva York, que el verdadero crecimiento económico no resulta de nuevos recursos, sino de recursos ya existentes reordenados para ser más valiosos. Lo mismo sucede, según el autor de este libro, en el terreno tecnológico y de contenidos digitales. De nuevo, se abre aquí un debate sobre la capacidad de los autores de defender la integridad de sus obras, y de percibir un beneficio económico por ellas. Kelly les envía un mensaje de consuelo: las creaciones que más se copiarán, versionarán y alterarán serán precisamente las de mayor calidad.

9. Personas y objetos interactuarán más

Encontramos en Internet multitud de ejemplos de cómo las personas tendemos a interactuar cada vez más entre nosotras. La aparición de los wearables contribuye a esta tendencia. Pero también los objetos a nuestro alrededor empezarán a interactuar entre sí. "Los objetos más tontos que puedas imaginar mejorarán enormemente añadiéndoles sensores y haciéndolos interactivos", apunta Kelly.

10. Todo lo que ocurre queda registrado

La cantidad de información disponible en el mundo aumenta un 66% al año. Toda esa información se puede registrar, medir y analizar. "En los últimos años, sensores extremadamente pequeños que cuestan unos pocos peniques han hecho de los parámetros de registro algo tan sencillo y a la vez tan amplio, que hoy prácticamente todo el mundo puede medir miles de distintos aspectos de su ser", dice este periodista.

11. Nada se debe dar por sentado

Por último, en este mundo cambiante, Kelly invita a los lectores a no dar nada por sentado, a preguntarse constantemente "¿y por qué no?". Ensu opinión, en los próximos años emergerán herramientas capaces no sólo de dar respuestas acertadas -buscadores-, sino de hacer las preguntas pertinentes.


Fuente: www.expansion.com/economia-digital/companias/2016/08/18/57b43da6ca47410a158b45b7.html

Tambien puede ver:  http://cloudpc.website/2016/09/28/coche-autonomo-asegura-a-los-peatones/